Algunas investigaciones sugieren que puede existir una relación entre la celiaquía y la enfermedad de Alzheimer, aunque todavía no se conoce del todo la naturaleza de dicha relación.
La celiaquía es un trastorno autoinmune que se produce cuando el sistema inmunitario del organismo ataca por error al gluten, una proteína presente en el trigo, la cebada y el centeno. Este ataque daña el revestimiento del intestino delgado, lo que puede provocar una serie de síntomas, como dolor abdominal, diarrea y pérdida de peso.
La enfermedad de Alzheimer, por su parte, es un trastorno neurológico progresivo que afecta a la función cognitiva, incluida la memoria, el pensamiento y el comportamiento. Es la causa más común de demencia en los adultos mayores.
Tanto la enfermedad celíaca como la enfermedad de Alzheimer están asociadas a la inflamación crónica. En la celiaquía, el sistema inmunitario ataca al gluten y provoca inflamación en el intestino delgado. En la enfermedad de Alzheimer, la inflamación se produce en el cerebro y se cree que contribuye a dañar las células cerebrales. Algunas investigaciones sugieren que la inflamación asociada a la celiaquía puede contribuir al desarrollo de la enfermedad de Alzheimer. Algunos estudios han sugerido que las personas celíacas pueden tener un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer, aunque las razones de esta asociación no se comprenden del todo.
Recientemente se han realizado estudios en los que se ha evaluado y comparado la evolución clínica de un grupo de personas sin enfermedad celíaca con otro con enfermedad celíaca diagnosticada recientemente (sin dieta), o con enfermedad ya tratada (dieta sin gluten). A todas las personas se les realizaron periódicamente exámenes cognitivos y de calidad de vida. Los investigadores concluyeron que las personas celíacas respecto a los controles, tanto las recién diagnosticadas como las que tenían la enfermedad establecida, mostraban afectación cognitiva con dificultad para retener información visual (memoria visual) que se puede observar entre otros en los errores en las anotaciones, en la copia de figuras o en la identificación de colores. También presentaban problemas en la memoria verbal con dificultad para retener palabras que habían oído o escrito y dificultades para planificar y realizar procesos que implicaban la realización de ejercicios o gestos habituales (copiar dibujos, seguir una receta (funciones visuoconstructivas). Así mismo todos los pacientes celiacos mostraron menor vitalidad y mayor dolor corporal.
Deficiencias nutricionales Las personas celíacas suelen tener carencias de nutrientes porque los daños en el intestino delgado pueden dificultar la absorción de los nutrientes de los alimentos. Algunos nutrientes importantes para la salud cerebral, como la vitamina B12 y el folato, pueden verse especialmente afectados. Estas deficiencias de nutrientes podrían contribuir al deterioro cognitivo y aumentar el riesgo de enfermedad de Alzheimer.
Factores genéticos compartidos Puede haber factores genéticos compartidos que contribuyan tanto a la celiaquía como a la enfermedad de Alzheimer. Por ejemplo, se han identificado ciertos genes que están asociados tanto a la celiaquía como a un mayor riesgo de padecer la enfermedad de Alzheimer. Los estudios han demostrado que tanto la celiaquía como la enfermedad de Alzheimer están asociadas a determinadas variantes genéticas, en particular las localizadas en la región del antígeno leucocitario humano (HLA) del cromosoma 6. Los genes HLA son responsables de producir proteínas que ayudan al sistema inmunitario a distinguir entre células propias y ajenas. Los genes HLA se encargan de producir proteínas que ayudan al sistema inmunitario a distinguir entre células propias y ajenas, y las variaciones en estos genes se han relacionado con trastornos autoinmunitarios, incluida la celiaquía.
Se ha sugerido que las variantes del HLA asociadas a la celiaquía también pueden desempeñar un papel en el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer. Un estudio descubrió que las personas con la variante HLA-DQ2, muy asociada a la celiaquía, también tenían un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer.
Dieta sin gluten Una posible forma de reducir el riesgo de Alzheimer en personas celíacas es seguir una dieta estricta sin gluten. Esto puede ayudar a reducir la inflamación y las deficiencias de nutrientes asociadas a la celiaquía. Sin embargo, la investigación sobre la eficacia de una dieta sin gluten para reducir el riesgo de enfermedad de Alzheimer sigue siendo limitada.
Aunque existen algunas pruebas que sugieren una relación entre la celiaquía y la enfermedad de Alzheimer, la investigación en este campo es todavía limitada y se necesitan más estudios para comprender plenamente la naturaleza de esta relación. Además, es importante señalar que ser celíaco no significa que alguien vaya a desarrollar definitivamente la enfermedad de Alzheimer, y viceversa.
Referencias
Zuo, L., et al. (2021). Association between celiac disease and risk of dementia, Alzheimer's disease, and Parkinson's disease: A systematic review and meta-analysis. Frontiers in Aging Neuroscience, 13, 676729. doi: 10.3389/fnagi.2021.676729
Hadjivassiliou, M., et al. (2010). Gluten sensitivity as a neurological illness. Journal of Neurology, Neurosurgery & Psychiatry, 81(12), 1351-1356. doi: 10.1136/jnnp.2010.225689
Lleo, A., et al. (2014). Increased risk of cognitive impairment in celiac disease: A multicenter Italian study. Alzheimer Disease & Associated Disorders, 28(4), 362-367. doi: 10.1097/WAD.0000000000000059